Cuando recibimos al Espíritu Santo y nos llena plenamente es cuando estamos preparados para dar y dar con alegría, eso fue lo que sucedió en los primeros años de la iglesia, la gente recibió al Espíritu Santo con regocijo y creían plenamente en la resurrección de Cristo así como en el evangelio, cuando leemos estos pasajes nos podemos dar cuenta de lo lejos que esta la sociedad en estos días de haber recibido el Espíritu Santo y de haber recibido una verdadera llenura, nos dejamos llevar por la emoción de una buena predica y buscamos el sentirnos bien con eso y dejamos a un lado lo más importante que es la conversión verdadera, esa convicción que nos llevara a dejar todo y a dar todo por todos y a amar a nuestros hermanos como a nosotros mismos y dar con generosidad todo lo que tenemos para compartir con los menos afortunados, ese despojarnos de nosotros mismos solo lo puedes hacer por medio del fruto del Espíritu Santo en tu vida. En el capítulo 5 Ananías y Safira mueren inm
Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.