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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Tu Fe te ha sanado

Marcos 10: 46-52 46.  Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47.  Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48.  Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49.  Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50.  El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51.  Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52.  Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. En este gran relato un ciego creyente y sabedor que El Mesías habría de venir reconoce públicamente, que Jesús era El Mesías, proclama su descendencia

La abundancia en Dios

2 Reyes 4:1-7 1. Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. 2. Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. 3. El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. 4. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. 5. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. 6. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. 7. Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedor

Cristo es la Luz !!!!

Cristo es la luz para todos los hombres, en todo momento y lugar. Él es la luz en el sentido absoluto. Cualquier otro hombre o movimiento religioso no tiene punto de comparación con él. Por supuesto, estas palabras implican que el mundo necesita de su luz porque está sumido en las tinieblas morales y espirituales.  No olvidemos que el mundo está bajo el poder del príncipe de las tinieblas y que sólo el Señor Jesucristo puede cambiar esta situación. Ahora bien, si algún hombre hablara de esta manera, todos pensarían inmediatamente que está loco, pero la absoluta pureza moral de Jesús y la profunda sabiduría con la que hablaba, han llevado a muchas personas a creer que lo que dijo era la verdad y que él realmente es la Luz del mundo.