Cuántas veces tratamos de hacer “cosas grandes y poderosas para Dios” y fracasamos. Todo lo que Él nos pide es que nos hagamos disponibles para Él y le permitamos reproducir Su vida en y a través de nosotros. Jesús dijo: “Sin mí no podéis hacer nada”. “Usted no puede hacer nada.” Ese es el secreto de una vida espiritual vibrante, madura y el ministerio. No es legalismo. No se trata de hacer obras y el cumplimiento de las leyes para convertirse en un cristiano. Nuestra relación personal con Jesucristo determina nuestra fidelidad en el ministerio cristiano.
Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.